5 de junio de 2025

Cuando una empresa decide ofrecer servicios financieros — abrir cuentas, operar Pix, emitir tarjetas, custodiar activos o mover valores — entra en un territorio regulado. Y en ese territorio, el Banco Central de Brasil no es solo un regulador: es el árbitro, el operador del sistema, y la última instancia de validación.
La cuestión es: ¿cómo cumplir estas exigencias sin convertirse, en la práctica, en un banco?
Es aquí donde entra la infraestructura tercerizada — no como un atajo, sino como un modelo de operación basado en delegación, responsabilidad compartida y transparencia técnica.
¿Qué espera el Bacen de quienes ofrecen servicios financieros?
El Banco Central no exige que toda empresa sea una institución financiera. Pero exige que cualquier empresa que ofrezca servicios financieros estructurados (como cuentas, movimientos, intermediación, custodia, emisión, etc.) esté integrada a un modelo regulado, auditable y rastreable.
En términos prácticos, esto implica:
KYC, PLD/FT y monitoreo de transacciones
Saldo segregado y conciliación bancaria
Participación indirecta o directa en el SPB (Sistema de Pagos Brasileño)
Rastreabilidad de las órdenes y registros en tiempo real
Generación de extractos, informes regulatorios y logs auditables
Para la mayoría de las fintechs y plataformas, montar esto desde cero es impracticable — técnica y jurídicamente.
El papel de la infraestructura tercerizada
Una infraestructura como la de Azify actúa como mecanismo de conexión entre su producto y el sistema regulatorio brasileño. Esto significa:
El motor bancario de Azify ya está estructurado para generar logs, saldos segregados e informes exigidos por el Bacen.
El compliance embebido (Motor de Conformidad) integra validaciones de KYC, control de riesgo, PLD y scoring de usuarios — todo a través de API, con lógica auditable.
La cuenta, aunque operada en su front, está técnicamente respaldada en una estructura regulada.
Usted ofrece el servicio. Azify garantiza que funcione sobre una base que resiste la auditoría.
Responsabilidad compartida ≠ irresponsabilidad diluida
Usar una infraestructura externalizada no exime a su empresa de responsabilidad regulatoria — pero cambia el tipo de responsabilidad.
Usted sigue siendo responsable por:
La experiencia que entrega al cliente
La claridad de la información proporcionada
El flujo de inscripción, UX y lógica de negocio
Pero no necesita implementar o mantener:
Sistemas de conciliación compatibles con el Bacen
Políticas de prevención del lavado de dinero
Infraestructura de conexión con SPI, STR, COMPE
Control de saldo contable vs. operativo
Este modelo reduce el riesgo operativo, legal y reputacional, al mismo tiempo que acelera el go-to-market.
¿Por qué confiar? Porque lo que está en juego es rastreable
En Azify, cada transacción, cada apertura de cuenta, cada validación pasa por sistemas que han sido diseñados desde el principio para cumplir con las normas del Banco Central. Esto significa:
Logs estructurados y versionados
Webhooks rastreables
Informes listos para cumplimiento y auditoría
Entorno de pruebas (Provabank) compatible con escenarios regulatorios
No depende de la confianza en el socio. Usted depende de datos, auditoría y estructura.
Operar con libertad exige estructura
Cumplir con los requisitos del Banco Central no es una elección, pero la forma en que cumples puede serlo.
Puedes construirlo todo — y bloquear a tu equipo en caminos paralelos.
O puedes centrarte en lo que genera valor para tu cliente, mientras que una infraestructura regulada se ocupa del resto.
El papel de Azify es claro: nosotros nos responsabilizamos por la estructura, para que tú te responsabilices por la experiencia.